Es una técnica que permite modelar áreas específicas del cuerpo mediante la eliminación de grasa localizada, que suele ser persistente a pesar del ejercicio o la dieta, a través de la aspiración con cánulas, lo que mejora la proporción corporal. Esta falta de armonía suele ser debida a características personales y no por falta de ejercicio o buena alimentación. En ocasiones sucede que al reducir el volumen de áreas concretas del cuerpo con una dieta o ejercicio consiguen un adelgazamiento de zonas no deseadas, con lo cual continúa la falta de armonía y proporción.

Toda persona que, pese a estar dentro de su peso ideal, tienen depósitos de grasa localizada y quiere eliminarla para mejorar su apariencia física, puede someterse a una liposucción. Los buenos resultados en el tratamiento de las lipodistrofias dependen de varios factores, que incluyen una adecuada delimitación de las zonas a tratar, la extracción de un adecuado y uniforme volumen de grasa, la calidad de la piel del paciente y del preciso seguimiento de las indicaciones postoperatorias.